Estamos en vísperas
de la verbena de San Juan. Aquí en Cataluña, es una festividad que se celebra
muchísimo. Todos los pueblos y barrios de las grandes ciudades, se preparan
para festejar esta noche mágica con hogueras, petardos y como no, de cenas
alrededor de grandes mesas y las fantásticas cocas.
En mi casa, ha sido
tradición, cocinar mejillones con tomate y cebolla. Esta receta de mi madre, la
recordamos y la hacemos igual las cuatro hermanas. Sin duda la hacemos con todo
el cariño del mundo, igual que la hacia ella para todos nosotros.
Ingredientes:
- 1 k. Tomate maduro del tipo pera.
- 3 cebollas grandes cortadas en plumas.
- 3 guindillas. (O al gusto de cada uno)
- Sal y pimienta negra molida.
- Un buen chorrito de coñac.
Elaboración:
En primer lugar limpiamos bien los mejillones, eliminando
los restos de cuerda y rascando un poco las valvas para eliminar las adherencias marinas que puedan tener.
Una vez limpios:
1- En una olla honda ponemos todos los mejillones a fuego medio y añadimos
un poco de agua para evitar que se quemen. Se deben abrir en unos 3 o 4 minutos aproximadamente. Los removemos un poco de vez en cuando hasta que
estén todos abiertos. Este paso es conveniente estar alerta y una vez abiertos
sacarlos enseguida del fuego para que no se pasen de cocción.
2- En una cazuela de hierro freímos la cebolla, con aceite
de oliva, hasta que empieza a transparentar y coger un color tostado en las
puntas. Es el momento de añadir las guindillas (si después no deseas tener
sorpresas, las retiras antes de poner los tomates)
3-Mientras está haciendo la cebolla ponemos los tomates, que
previamente habremos hecho un corte en cruz en la base, a escaldar en agua
hirviendo durante un par de minutos. A continuación, los enfriamos en agua bien
fría, los pelamos y cortamos en trozos irregulares y grandes.
4- Ahora ya tenemos la cebolla un poco dorada. Añadimos el
tomate y vamos removiendo y troceando, con la ayuda de una cuchara de
madera, hasta que queden bien integrados. Cuando pase unos minutos y el tomate
haya cocido un poco y evaporado el agua que desprende, echaremos el chorro de
coñac y la pimienta (al gusto). Dejaremos cocer a fuego medio-bajo hasta que reduzca el alcohol y coja todo junto un buen color. En esta receta el
tomate no debe quedar excesivamente cocido.
5- Incorporamos los mejillones, que previamente habremos
sacado una valva, un poco de agua de abrirlos y agitamos la cazuela para que se
integren bien con la salsa. Dejamos unos minutos calentar todo junto.
BON PROFIT!
Sugerencias:
- El tiempo de abrir los mejillones al vapor, es
orientativo. Es mejor vigilar y sacarlos a medida que se abran.
- Colar el agua de la cocción, puede tener restos de las
valvas.
- Yo no pongo sal a la salsa. El agua de los mejillones ya
es salada.
- No calentar mucho rato para que los mejillones no queden
muy cocidos y secos.
- Se puede preparar la salsa el día anterior y acabar el plato
después, solamente añadiendo los mejillones abiertos y calentar con la salsa
para que cojan sabor.
BUENA VERBENA DE SAN JUAN!
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